15 medidas para ahorrar en la factura de la luz

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¿Sabías que es posible pagar hasta 300 € menos al año por la electricidad? Te contamos qué tarifa puedes elegir y qué trucos debes aplicar para ahorrar.

La reforma eléctrica, los precios de libre mercado… Incluso desconocemos qué tarifa de luz tenemos contratada. Aquí tienes algunas medidas que te ayudarán a mantener a raya la factura eléctrica:

  1. Busca en tu factura si tienes tarifa Precio Voluntario al Pequeño Consumidor (PVPC) o estás en el mercado libre. Dada la volatilidad del PVPC, puede ser interesante cambiar a una tarifa más económica, pero comprobando bien la oferta ya que existen diferencias de precio incluso en una misma compañía.
  1. No te dejes tentar de primeras por descuentos de otras compañías. Piensa que un 10 % sobre un precio bajo puede ser mucho mejor que un 20 % sobre un precio caro. Hay que descartar la oferta que cobre más de 42,04 € al año por kilovatio de potencia contratada (0,1152 € al día).
  1. Opta por tarifas permanentes. Asegúrate que sus condiciones no sean revisables al menos durante un año. Algunas ofertas incluyen revisiones trimestrales o arbitrarias en función de la evolución del mercado.
  1. Descarta las ofertas que incluyan servicios adicionales no deseados, como seguros de pago. Son anuales y muchas compañías exigen el pago del año completo si cambias a otra compañía. Ni tampoco aquellas que no aclaren si asumes permanencia y átate solo si la oferta es buena. El PVPC no tiene permanencia.
  1. Elige discriminación horaria (TDH). De media, un 50 % de consumo en los hogares se concentran en el horario valle (horas donde el consumo es más económico). Este cambio en la factura tiene un coste de 11 € y el usuario ahorra 70 € al año.
  1. Reduce la potencia contratada. A la mayor parte de los hogares les basta con una potencia de entre 3,3 y 4,4 kW. Si tienes más y nunca te saltan los plomos, pide que te la rebajen. Obtendrás un ahorro adicional de unos 60 € anua- les por cada kW que lo reduzcas.
  1. Solicita el bono social si cumples los requisitos: menos de 3 kW contratados, familia numerosa, todos los miembros del hogar en paro o jubilados con pensión mínima. Con una rebaja del 25 % ahorras 200 € al año.
  1. Sí a la eficiencia energética. Usar bombillas eficientes o no dejar los aparatos en stand by, pueden reducir el consumo un 15% (80 € anuales). Las lámparas halógenas utilizan 10 veces más electricidad que las bombillas de bajo consumo o las led. Claro, son más caras, pero se amortizan mucho antes de que termine su vida útil (entre 8.000 y 10.000 horas).
  1. Mientras no lo usas, desenchúfalo. Apaga todo aquello que consuma energía cuando no lo estés usando. No vas a desenchufar la nevera, está claro, pero sí puedes hacerlo con la pantalla del ordenador o la televisión cuando te vayas a dormir.
  1. Comprueba que tu casa está bien aislada. En las ventanas, puertas e incluso alrededor de extractores o conductos de ventilación, pueden existir fugas de aire. Algunos importante pueden requerir la mano de un profesional, pero tu también puedes impedir que el aire entre o salga sellando por los más pequeños con una pistola de silicona o un poco de masilla.
  1. Cortinas y alfombras en invierno. Durante el invierno, utilizar cortinas y alfombras durante el invierno para eliminar los puntos fríos puede suponer un ahorro de hasta un 25% en la factura de la calefacción. No hace falta que compres una alfombra persa, varios estudios han demostrado que el espesor y la amortiguación inferior es más importante que el tipo de material.
  1. Persianas bajadas en verano. Puedes conseguir un importante ahorro en aire acondicionado y ventiladores manteniendo la casa fresca corriendo las cortinas o bajando toldos y persianas durante el día y abriéndolas cuando caiga el sol.
  1. Apaga las luces. Insiste para que tu familia (y por supuesto tú también) apaguéis las luces cada vez que salgáis de una habitación. La luz representa el 20% del gasto en energía de la mayoría de los hogares, por lo que esta pequeña acción se traducirá en un ahorro real.
  1. Agua templada. Ahorrarás energía y dinero si bajas la temperatura de tu calentador eléctrico de 60 a 40º C y la regulas con agua fría al lavar los cacharros o ducharte. Y por supuesto, también si no lavas con programas en alta temperatura. Los detergentes modernos están formulados para eliminar la suciedad incluso en agua fría.
  1. Apuesta por la tecnología. Apuesta por electrodomésticos con eficiencia A++ y lavavajillas y lavadoras que incluyen programas cortos. Y nada de dejar la calefacción encendida o el aire puesto durante horas si no vamos a estar en casa. Es una de las formas más comunes de desperdiciar energía y malgastar una gran cantidad de dinero. Una alternativa más eficiente para llegar a casa y que esté a la temperatura ideal es programar el termostato para que empiece a enfriar o calentar unos 20 minutos antes de que lleguemos.
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